Descripción

Los jardines zen, también conocidos como jardines japoneses de roca o jardines de meditación, son espacios diseñados para fomentar la tranquilidad y la contemplación. Estos jardines suelen ser pequeños y están compuestos por elementos simbólicos dispuestos de manera meticulosa.

En su forma más tradicional, un jardín zen incluye arena fina o gravilla que simula el agua, cuidadosamente rastrillada para crear patrones que representan olas o ríos. Además, se colocan piedras (típicamente de formas específicas y tamaños) que representan montañas o islas en medio del "océano" de arena.

La vegetación en un jardín zen suele ser mínima y seleccionada cuidadosamente, con musgo, pequeños arbustos o bonsáis que añaden un toque natural y sereno. A menudo se utilizan elementos adicionales como faroles de piedra, bancos de madera o puentes pequeños, todos dispuestos de manera que inviten a la reflexión y a la paz interior.

Estos jardines no solo se utilizan en exteriores, sino que también se adaptan para espacios interiores en hogares y oficinas, proporcionando un refugio de calma y un recordatorio visual de la armonía y el equilibrio en la vida diaria.